Afrontar las rupturas de pareja son muy dolorosas, se dan un sinfín de emociones y preguntas que son difíciles de responder y de gestionar. Nadie nos ha enseñado ni preparado para ellas y pasamos por este proceso como podemos y mejor sabemos. Si acabas de dejarlo con tu pareja y necesitas entender qué te está pasando o tienes algún amigo o familiar que esté pasando por ello y quieres ayudarle o comprenderlo mejor, en las próximas líneas te hablo sobre ello y sabrás si necesitas ayuda después de una ruptura de pareja.

Antes de nada te preguntarás, ¿qué es el duelo?

El duelo es un proceso con varias etapas por el que se transita cuando perdemos algo, ya sea un ser querido, una pareja, alguna capacidad (como en un accidente de tráfico en el que la persona queda malherida), e incluso se puede dar un duelo futuro, en el que la persona pierde aquello que iba a vivir, como puede ser tras un aborto en un embarazo avanzado. Es un proceso natural que se tiene que dar siempre para poder continuar sin aquello que hemos perdido.

El proceso de duelo tiene unas características comunes para todos y para cada tipo de duelo, pero también cada uno de ellos tiene sus particularidades. El duelo por ruptura de pareja puede variar dependiendo de los siguientes aspectos:

• Si eres la persona que deja la relación o a quien dejan.
• El motivo de la ruptura.
• La forma en que termina la relación.
• ¿Qué ocurre con el entorno que rodeaba a la pareja? (hijos, amigos comunes, el comportamiento de la pareja, del entorno social…)
• ¿Cómo se vivió la relación el tiempo que duró?
• Las características individuales de cada uno tanto por su personalidad cómo por las circunstancias que rodean a cada miembro en ese momento vital.
• El hecho de que la persona disponga de apoyo social y/o familiar.

Desde el comienzo del duelo por ruptura de pareja hasta su resolución, la persona pasa por distintos estados emocionales tanto agradables como desagradables como: ira, culpa, tristeza, alivio, tranquilidad, paz…

No todas las personas pasan por todos los estados emocionales ni tampoco hay un orden específico de aparición. En los siguientes apartados vamos a ver qué emociones pueden surgir en el proceso de duelo por ruptura de pareja.

NEGACIÓN:

Fase en la que la persona tiene la sensación de no haber interiorizado la noticia o como se suele decir, esta fase se caracteriza por un “no me lo creo”, “seguro que se arregla”… la duración de esta fase varía en función de si ya se esperaba la ruptura o ha sido algo imprevisto como tras una pelea o una ruptura sin explicaciones. No suele ser muy larga.

INSENSIBILIDAD:

En esta fase la persona está bloqueada emocionalmente y dice “no sentir nada”. Esta sensación no solo ocurre en el terreno afectivo, se puede extender a otros ámbitos, por ejemplo: no sentir ni alegría ni tristeza al ver una película o alegrarte al ver a tus amigos… Si sientes ese bloqueo emocional general y no consigues avanzar, llámanos, podemos ayudarte a seguir tu camino hasta la aceptación.

TRISTEZA:

Es la emoción más característica, es sana y es necesario pasarla sí o sí en el proceso de duelo para poder superarlo. La tristeza es una emoción que aparece en respuesta a un pérdida de cualquier tipo (muerte, “perder” o pasar una etapa de la vida, relaciones de amistad, trabajos, juguetes en los niños, el chupete…) cualquier cosa a la que tengamos especial apego es susceptible de perderse y por lo tanto, de que aparezca la tristeza. No intentes evitar esta emoción, negar o distraerte de ella. Siéntela, es necesario. Ya habrá tiempo de aprender a manejarla.

MIEDO, ANGUSTIA Y CULPA:

Miedo: es normal sentirlo ya que te vas a enfrentar a algo desconocido, la incertidumbre, el futuro, una nueva etapa, una vida diferente a la que llevabas hasta ahora.

Angustia: aparece si todavía tenemos decisiones que tomar con la expareja, como reparto de bienes materiales, hijos o todavía estamos en contacto con él/ella o tenemos información acerca de su vida.

Culpa: puede aparecer en las dos personas. En la que deja por el daño que está haciendo a la otra persona y en el que es dejado por esos ¿Y si…? Que además de no ayudarnos, no tienen respuesta. Las posibilidades son infinitas y nunca acaban, lo que nos tortura. Lo que se pudo hacer y no se hizo, lo que se hizo y no se debería haber hecho…

IRA, ENFADO O RENCOR:

Se vive la ruptura como un ataque personal una vez que la persona toma plena consciencia de ella. Se pregunta “¿por qué?.” Pueden aparecer necesidad de venganza o deseo de castigo a la otra persona. La persona empieza a pensar en todo lo bueno que le dio a su pareja y lo mal que se portó ésta en distintas situaciones.

Esta fase nos da la fuerza y energía necesarias para movilizarnos, esa fuerza que habíamos perdido por completo en la fase de tristeza y que nos había dejado sin ganas de enfrentarnos al duelo.

Esta fase puede ser un poco trampa y hacer que la persona se quede atascada en ella durante mucho tiempo. Tarde o temprano tendrás que perdonar, porque la rabia y la ira la sientes tú y no el otro y es a ti a quién le está impidiendo hacer tu vida. Si necesitas ayuda, no dudes en pedir cita. Te ayudaremos a sentirte en paz contigo mismo.

SENSACIÓN DE DESCONTROL:

Etapa en la que la persona tiene ganas y necesidad de cambio y puede ser que empiece a salir, a quedar con amigos con más frecuencia de lo que lo hacía, cambios de imagen, conocer nuevas personas, salir a ligar e incluso probar nuevas experiencias. Suele ser temporal. Si tienes un familiar que está pasando por esta etapa, se comprensivo y paciente, tarde o temprano, terminará.

NOSTALGIA:

Se puede pensar que se ha vuelto a la tristeza, pero nada más lejos de la realidad, la emoción no es tan intensa como antes.

Se echa de menos la vida en pareja pero no a la pareja en sí, sino el hecho de compartir tareas, actividades y hogar con una persona a la que se quiere. Se suele ver tanto lo positivo como lo negativo de la anterior relación. La fase de descontrol empieza a desaparecer. Puede que te apetezca quedarte en casa, estar solo o quedar con algunos amigos cercanos. La nostalgia es una emoción parecida a la tristeza y nos invita a aislarnos. Se mezclan diferentes emociones como miedo, duda, etc. Con la nostalgia lo que puede hacer que nos sintamos un poco perdidos.

SERENIDAD:

En esta etapa la persona quiere y siente que puede estar bien y que necesita pasar página de verdad.

Vuelve la vida a ser más parecida a cómo era antes, recuperando su rutina y la vida social habituales.

Si se compartían cosas en común ya no hay problema con cambiarlas o tirarlas, renovar recuerdos… 

NECESIDAD DE ESTAR MEJOR O ACEPTACIÓN:

El proceso de duelo ha terminado y se puede pensar en la ex pareja sin dolor, rencor, rabia ni ninguna otra emoción desagradable.

Uno se siente capaz de rehacer su vida y dejar atrás de manera completa la relación anterior..

¿Cómo saber si necesitas ayuda para superar un duelo tras la ruptura?

Por lo general, al ser el duelo un proceso natural, en la mayoría de ocasiones, tarde o temprano finalizará con éxito. Sin embargo, hay algunas señales que pueden indicarnos que necesitamos acompañamiento para superarlo de manera completa:

• Si llevas demasiado tiempo con sentimientos de ambivalencia, no sabes si estás triste o alegre por la pérdida puede que estés aplazando el proceso de duelo.
• Cuando sigues con tu vida como si nada hubiera pasado, justificas o evitas tus emociones. 
• Si sientes que te has estancado en alguna de las fases anteriores, ya bien sea porque llevas demasiado tiempo triste, con rabia o ira, sientes mucho rencor o sigues en estado de bloqueo emocional y te está afectando a tu vida diaria.
• Si tienes altibajos repetitivos o cíclicos, sientes que hay algo que todavía queda por solucionar o que no estás del todo a gusto, puede que no hayas pasado adecuadamente alguna de las etapas anteriores, bien sea porque no se ha elaborado de manera correcta o porque nos hemos obligado a pasar rápidamente por ella.

Si te has sentido identificado en algún momento de este artículo, sientes que te está resultando demasiado complicado superar la ruptura o que hay algo que te sigue removiendo por dentro, pide cita, estaremos encantados de darte las herramientas que necesites para que, finalmente, puedas seguir con tu propia vida.