Las principales características de la depresión y las acciones que tenemos que llevar a cabo para solucionarla en caso de padecer esta enfermedad
Un total de 2.408.700 españoles sufrieron en 2015 depresión, una enfermedad cuya prevalencia está aumentando en el mundo y que en el caso de España representa el 5,2% de la población , según nuevos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud en febrero de 2017. Existen muchas características de la depresión, pero aquí veremos las principales y más comunes.
Una de las dificultades que presenta la depresión es que se trata de una enfermedad que usualmente confundimos con los problemas cotidianos de la vida. Por esta razón solemos dejarla pasar mucho tiempo sin atender hasta que después se complica y resulta más difícil tratarla, aquí las principales diferencias y características de la depresión.
Diferencias entre tristeza y depresión
Existen muchos falsos mitos acerca de la depresión y a nivel coloquial existe un mal uso del término . Es muy habitual que hoy en día escuchemos a la gente decir “Estoy deprimido” cuando en realidad deberían decir “Me siento triste”. Al hacer un mal uso de la terminología que lo conseguimos es infravalorar el trastorno en sí. Al equiparar la tristeza a la depresión hacemos que el trastorno parezca menos grave de lo que es, se consigue que muchas de las personas que lo padecen realmente no reciban la atención necesaria.
Para no caer en este error tan habitual, en primer lugar deberemos diferenciar ambos términos:
- La tristeza es una emoción que sentimos en numerosas ocasiones a la largo de nuestra vida. Es habitual sentir tristeza cuando nos enfrentamos a una pérdida de un ser querido, tras una ruptura, etc. Es una reacción normal ante un acontecimiento que nos afecta y como todas las emociones, es adaptativa. Aunque ciertas investigaciones muestran que es la emoción más duradera, no debemos olvidar que se trata de un estado pasajero. Para conocer más acerca de las emociones puedes revisar el artículo de Inteligencia emocional.
- La depresión es un trastorno del estado de ánimo que tiene como síntoma principal la tristeza, pero que incluye muchos otros. Además, la depresión es un estado crónico que se diagnostica después de que la persona ha estado al menos dos semanas padeciendo los síntomas, cuando se trata de un trastorno depresivo mayor, o de dos años cuando se trata de un trastorno depresivo persistente o distimia.
Características de la depresión
Es un trastorno que, como hemos dicho anteriormente, se caracteriza principalmente por un fuerte estado de tristeza . Pero, además de ese sentimiento tan pronunciado hay otros síntomas característicos de este trastorno, como los siguientes:
- Poco apetito o sobrealimentación.
- Insomnio o hipersomnia.
- Poca energía o fatiga.
- Baja autoestima.
- Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.
- Sentimientos de desesperanza.
- Disminución importante del interés o el placer por casi todas las actividades.
- Agitación o retraso psicomotor.
- Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada.
- Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.
Gran parte de los síntomas depresivos están relaciones con ideas y pensamientos negativos. Las personas que padecen este trastorno, generalmente, viven inundadas por estas ideas irracionales y distorsiones cognitivas que les hacen sentir menos válidas, mas culpables y menos capaces que el resto.
Además, tienen un estilo atributivo equivocado, pensando que la causa de sus logros son externas y las de sus fracasos internas, menospreciándose de nuevo. Por ello es un trastorno tan complejo, y para comprenderlo hay que ponerse en lugar de quién lo sufre e imaginar lo difícil que es enfrentarse al día a día pensando que no seremos capaces de realizar las tareas más sencillas.
En cuanto a los pensamientos de muerte y a las ideaciones suicidas, hay que decir que son más frecuentes cuando la depresión es más severa.
Cómo combatir la depresión
En primer lugar, como en todos los trastornos mentales y problemas psicológicos, es muy importante acudir a un profesional para que nos ayude con el problema. En la depresión el tiempo es un factor a tener en cuenta, cuanto antes intentemos poner remedio a la situación que estamos viviendo más fácil será la recuperación puesto que el problema estará menos enquistado.
Desde la terapia el tratamiento se centra en trabajar los siguientes aspectos, entre otros:
- Realización de un plan de actividades. Lo que se quiere conseguir es mantener al individuo activo, realizando actividades que le resulten reforzantes y estimulantes.
- Reestructurar los pensamientos. Desde este enfoque lo que se trabajan son todas aquellas ideas negativas que tiene la persona sobre sí misma y sobre su entorno, modificando los pensamientos o creencias desadaptativas que alimentan la depresión.
- Estilos atributivos. Aprender a evaluar los acontecimientos vividos para atribuirnos la responsabilidad justa en cada caso.
En algunos casos, sobre todo en los más complejos, el tratamiento indicado es el que combina la psicoterapia con un tratamiento farmacológico. Es el ideal para solucionar los problemas de desequilibrios que se producen en los neurotransmisores cerebrales y los problemas de conducta a los que se enfrentan diariamente los afectados por esta enfermedad tan extendida.
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