Queremos lo mejor para nuestros hijos pero a veces lo que creemos lo mejor, les ayuda a corto plazo pero a la larga les trae mas problema. Aquí ponemos los ejemplos más comunes durante la crianza infantil que cometemos los adultos.
- 1. Hablar de ellos como si no estuvieran presentes
Hablamos de los niños con otras personas como si no estuviesen delante. Pensamos que no nos están prestando atención y que no se enteran de lo que decimos, pero en la mayoría de los casos quieren saber qué estamos hablando. Tenemos buscar otra ocasión porque si nos están escuchando puede que saquen conclusiones equivocadas al no comprender del todo nuestra conversación.
- 2. Discutir una decisión y que se enteren que no estamos de acuerdo
Es importante que los niños vean que sus padres están de acuerdo en los temas que a ellos les conciernen. Para a ellos debemos ser un equipo, por lo que sí hay alguna discrepancia deberemos resolverla en privado.
- 3. Cambiar los horarios
Los niños necesitan estabilidad y rutinas. Si habitualmente cambiamos los horarios a ellos les descoloca y eso suele generar malos comportamientos. Además, la incertidumbre provoca ansiedad, si no sabemos qué va a ocurrir después nos ponemos nerviosos, por lo que es muy importante mantener unas rutinas en la medida de lo posible.
- 4. Castigar en función de nuestro humor
Las consecuencias por su mal comportamiento no deben estar supeditadas a cómo nos haya ido el día. Es decir, si estamos enfadados no podemos ser más duros con ellos, o si hemos tenido un día estupendo no podemos pasar por alto comportamientos que en otras ocasiones castigamos. Ya sabemos que la incertidumbre provoca ansiedad, por lo que deberemos intentar responder siempre de una manera adecuada, en lugar de si nos apetece discutir o no.
- 5. Darles «premios y regalos» constantemente
Si habitualmente les estamos haciendo regalos a los niños, comprándoles las cosas que desean, etc., estaremos quemando un cartucho muy valioso. Estas cosas actúan como reforzadores, es decir, son premios que les damos cuándo tienen un buen comportamiento y si se las damos aleatoriamente, al final pierden su valor.
- 6. Dejarles a un lado a la hora de tomar una decisión que les incumbe
Como es normal no podemos tenerles en cuenta en cada decisión que tememos, pero es importante que, ante determinadas situaciones, les preguntemos qué opinan. Esto no quiere decir que siempre hagamos lo que ellos quieran, pero deben saber que su opinión es importante para nosotros.
- 7. Solucionarle todos los problemas
Aunque siempre estemos ahí para ayudarles debemos dejarles su espacio para que piensen en las soluciones de sus problemas. La capacidad de solucionar problemas no es innata, se aprende poniéndola en práctica, por lo que si siempre nos encargamos nosotros ellos no aprenderán.
- 8. «Eres» en vez de «te comportas»
El lenguaje que utilizamos es muy importante cuando nos comunicamos con las personas. Debemos evitar utilizar frases como «eres malo» cuando realmente lo que queremos decir es «te estás comportando mal».
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